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ToggleEl glaucoma de ángulo cerrado es una enfermedad ocular grave que afecta a millones de personas en todo el mundo y que, si no se detecta y trata a tiempo, puede provocar una pérdida de visión irreversible.
A diferencia del glaucoma de ángulo abierto, que suele desarrollarse lentamente, el glaucoma de ángulo cerrado puede manifestarse de forma rápida y con síntomas intensos, lo que lo convierte en una emergencia médica que requiere atención inmediata.
En este artículo, descubrirás qué es el glaucoma de ángulo cerrado, sus principales causas, síntomas de alerta y los tratamientos disponibles para controlarlo. Si tienes antecedentes familiares de glaucoma o presentas síntomas inusuales en tus ojos, continúa leyendo por que esta información puede salvar tu salud visual.
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¿Qué es glaucoma de ángulo cerrado?
El glaucoma de ángulo cerrado es una enfermedad ocular grave que se caracteriza por un aumento rápido y significativo de la presión intraocular debido al bloqueo en el sistema de drenaje del ojo. Esto ocurre cuando el ángulo formado entre la córnea y el iris se cierra parcial o completamente, impidiendo la salida normal del humor acuoso. Este aumento repentino en la presión intraocular puede dañar el nervio óptico y, si no se trata de manera oportuna, llevar a una pérdida permanente de la visión.
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¿Cuál es la diferencia entre glaucoma de ángulo abierto y ángulo cerrado?
Algunas de las diferencias entre glaucoma de ángulo abierto y cerrado son:
Característica | Glaucoma de Ángulo Abierto | Glaucoma de Ángulo Cerrado |
Mecanismo | El ángulo de drenaje está abierto, pero las estructuras no funcionan eficientemente. | El ángulo de drenaje se cierra parcial o completamente, bloqueando el flujo del humor acuoso. |
Velocidad de progresión | Lenta y progresiva. | Rápida y repentina. |
Presentación clínica | Condición crónica. | Emergencia médica que requiere tratamiento inmediato. |
Prevalencia | Más común a nivel mundial. | Menos común, pero más severo. |
Impacto en la visión | Pérdida gradual de la visión periférica. | Pérdida rápida y severa de visión si no se trata de inmediato. |
Pronóstico | Manejo a largo plazo para prevenir daño adicional. | Tratamiento urgente para evitar daño al nervio óptico. |
Tipos glaucoma de ángulo cerrado
El glaucoma de ángulo cerrado se clasifica en diferentes tipos según su mecanismo de desarrollo y presentación clínica. A continuación, se detallan los principales tipos:
Glaucoma de ángulo cerrado agudo
Es una emergencia médica que ocurre de manera repentina cuando el ángulo de drenaje entre la córnea y el iris se bloquea completamente. Esto provoca un aumento rápido y severo de la presión intraocular.
Algunos de sus síntomas frecuentes son dolor ocular intenso, visión borrosa, halos alrededor de las luces, enrojecimiento ocular, náuseas y vómitos.
Como tratamiento se usan medicamentos para reducir la presión intraocular de inmediato, seguido de procedimientos como la iridotomía láser.
Glaucoma de ángulo cerrado subagudo
Se caracteriza por episodios intermitentes en los que el ángulo de drenaje se cierra de forma parcial y temporal. Durante estos episodios, los pacientes pueden experimentar visión borrosa, halos alrededor de las luces, molestias oculares leves y enrojecimiento transitorio, síntomas que a menudo desaparecen por sí solos.
Sin embargo, si no se diagnostica y trata a tiempo, estos episodios recurrentes pueden causar daño progresivo al nervio óptico. El tratamiento se centra en prevenir episodios agudos mediante iridotomía láser y controlar la presión intraocular.
Glaucoma de ángulo cerrado crónico
Se desarrolla de forma gradual, a medida que el ángulo de drenaje se cierra progresivamente con el tiempo. A diferencia de la forma aguda, esta condición no presenta síntomas evidentes en las primeras etapas, lo que dificulta su detección sin revisiones oftalmológicas periódicas.
Con el tiempo, puede causar daño al nervio óptico, lo que lleva a la pérdida de visión periférica. El tratamiento incluye medicamentos para reducir la presión intraocular, procedimientos láser o cirugía para prevenir un cierre completo del ángulo.
Glaucoma de ángulo cerrado secundario
Se produce como resultado de otras afecciones oculares o sistémicas, como inflamaciones (uveítis), traumatismos, tumores o el uso de medicamentos que alteran la anatomía del ojo.
En este tipo de glaucoma, el ángulo de drenaje se bloquea debido a factores externos al sistema de drenaje ocular. Los síntomas varían dependiendo de la causa subyacente, pero pueden incluir visión borrosa, aumento de la presión intraocular y dolor ocular. El tratamiento implica abordar la condición subyacente y controlar la presión intraocular para evitar complicaciones.
Glaucoma por bloqueo pupilar
Es el tipo más común de glaucoma de ángulo cerrado y ocurre cuando el flujo de humor acuoso se bloquea detrás del iris, lo que empuja el iris hacia adelante y cierra el ángulo de drenaje. Esto puede provocar un aumento rápido de la presión intraocular y síntomas como dolor ocular, enrojecimiento, visión borrosa y halos alrededor de las luces. El tratamiento principal es la iridotomía láser, que crea una apertura en el iris para restablecer el flujo del humor acuoso y prevenir futuros bloqueos.
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Causas del glaucoma de ángulo cerrado
Esta condición puede ser desencadenada por una variedad de factores, que se detallan a continuación:
Anatomía ocular predispuesta
Una de las principales causas del glaucoma de ángulo cerrado es la anatomía ocular específica de algunas personas. Los ojos con cámaras anteriores pequeñas o ángulos de drenaje estrechos tienen mayor riesgo de desarrollar esta condición. Esto es más común en personas con hipermetropía (ojos más cortos) y en mujeres, quienes tienen una mayor probabilidad de presentar ojos con estas características anatómicas.
Dilatación pupilar
La dilatación de las pupilas (midriasis) puede desencadenar un episodio de glaucoma de ángulo cerrado en ojos predispuestos. Esto puede ocurrir en ambientes oscuros, durante la administración de medicamentos que inducen dilatación pupilar o como resultado de estrés emocional intenso. La dilatación del iris puede empujar el tejido hacia adelante, cerrando el ángulo de drenaje.
Factores hereditarios
El historial familiar desempeña un papel importante en el riesgo de glaucoma de ángulo cerrado. Las personas con parientes cercanos que han sufrido esta enfermedad tienen más probabilidades de desarrollarla, lo que subraya la importancia de las revisiones oftalmológicas regulares si hay antecedentes familiares.
Edad avanzada
El riesgo de glaucoma de ángulo cerrado aumenta con la edad debido a cambios anatómicos naturales en el ojo. Con el tiempo, el cristalino del ojo se vuelve más grueso y rígido, lo que puede empujar el iris hacia adelante y estrechar el ángulo de drenaje.
Condiciones sistémicas y medicamentos
Ciertas condiciones médicas y medicamentos pueden aumentar el riesgo de desarrollar glaucoma de ángulo cerrado. Por ejemplo, el uso de medicamentos como antihistamínicos, descongestionantes y antidepresivos puede provocar dilatación pupilar o afectar la dinámica ocular, aumentando el riesgo en personas predispuestas.
Inflamaciones oculares
Enfermedades inflamatorias del ojo, como la uveítis, pueden provocar cicatrización o acumulación de líquido, lo que puede bloquear el ángulo de drenaje y desencadenar un glaucoma de ángulo cerrado secundario.
Traumatismos oculares
Un traumatismo en el ojo puede alterar la anatomía del ángulo de drenaje, causando un bloqueo mecánico o funcional que aumente la presión intraocular.
El glaucoma de ángulo cerrado es una condición que requiere atención inmediata, especialmente cuando los síntomas aparecen de manera aguda. Identificar las causas y factores de riesgo es fundamental para prevenir episodios y proteger la visión a largo plazo.
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Síntomas del glaucoma de ángulo cerrado
El glaucoma de ángulo cerrado se caracteriza por la aparición repentina de síntomas intensos debido al aumento rápido de la presión intraocular. Otros síntomas comunes son:
- Dolor ocular severo: El aumento repentino de la presión intraocular causa un dolor intenso en el ojo afectado.
- Visión borrosa: La acumulación de presión puede dificultar la visión, haciéndola menos clara.
- Halos alrededor de las luces: Los pacientes pueden percibir anillos de colores alrededor de las fuentes de luz
- Enrojecimiento del ojo: El ojo afectado suele estar visiblemente rojo debido a la presión elevada.
- Náuseas y vómitos: Estos síntomas acompañan al dolor ocular severo y pueden confundirse con otras condiciones médicas.
- Sensación de presión en el ojo: Puede haber una sensación de pesadez o incomodidad en el ojo afectado.
- Dolor de cabeza: El dolor ocular puede extenderse a la cabeza, aumentando la molestia general
Si se experimentan estos síntomas, es crucial buscar atención oftalmológica de inmediato para evitar daños permanentes en la visión. ▶ ¿Necesitas una evaluación oftalmológica? Reserva tu cita aquí
¿Quién puede desarrollar glaucoma de ángulo cerrado?
El glaucoma de ángulo cerrado puede desarrollarse en personas con ciertos factores de riesgo, como una anatomía ocular particular (ojos pequeños o hipermetropía) que reduce el espacio entre el iris y la córnea.
Es más frecuente en adultos mayores y mujeres, quienes tienen predisposición a ángulos de drenaje estrechos. Además, los antecedentes familiares aumentan significativamente la probabilidad de padecer esta condición.
Factores secundarios como cataratas avanzadas, inflamaciones oculares, o el uso de ciertos medicamentos también pueden contribuir a su desarrollo.
Dado que el glaucoma de ángulo cerrado puede causar daños irreversibles si no se detecta a tiempo, es esencial realizar controles oftalmológicos regulares, especialmente en los grupos de riesgo.
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¿Cómo se diagnostica el glaucoma de ángulo cerrado?
El diagnóstico del glaucoma de ángulo cerrado se realiza mediante un examen oftalmológico completo que evalúa la estructura y función del ojo. Los procedimientos más comunes incluyen:
Tonometría: Mide la presión intraocular (PIO). Una PIO elevada puede ser un signo de glaucoma.
Gonioscopía: Es el examen clave para diagnosticar el glaucoma de ángulo cerrado. Permite observar el ángulo de drenaje entre la córnea y el iris para determinar si está estrecho o bloqueado.
Paquimetría corneal: Mide el grosor de la córnea, ya que puede influir en las mediciones de la presión intraocular.
Oftalmoscopía: Examina el nervio óptico para detectar daños que puedan haber ocurrido debido a la presión intraocular elevada.
Pruebas de campo visual: Evalúan la visión periférica para identificar pérdidas, que son un síntoma común del glaucoma.
Estas pruebas combinadas permiten al especialista confirmar el diagnóstico y determinar la severidad del glaucoma de ángulo cerrado, lo que facilita la elección del tratamiento más adecuado. Si se sospecha esta condición, es fundamental acudir al oftalmólogo lo antes posible, ya que un diagnóstico temprano puede prevenir daños permanentes en la visión.
Tratamiento para glaucoma de ángulo cerrado
El glaucoma de ángulo cerrado es una condición ocular que requiere atención especializada y tratamiento oportuno para evitar daños permanentes en la visión. En Opeluce, nos especializamos en el diagnóstico y tratamiento integral de esta enfermedad utilizando las técnicas más avanzadas y seguras disponibles en oftalmología.
Tratamiento de emergencia
En casos agudos, nuestro equipo de especialistas actúa rápidamente para reducir la presión intraocular (PIO) mediante el uso de medicamentos específicos, como colirios y fármacos orales, que estabilizan la presión ocular en cuestión de horas.
Somos líderes en el uso de esta técnica mínimamente invasiva, que consiste en crear una pequeña abertura en el iris para mejorar el flujo del humor acuoso. Este procedimiento es el tratamiento de elección para prevenir episodios recurrentes y proteger su visión a largo plazo.
Cirugía avanzada
En casos más complejos, ofrecemos opciones quirúrgicas como la iridectomía quirúrgica o procedimientos de drenaje, diseñados para controlar la presión ocular de forma eficaz y segura.
Prevención y seguimiento
Si usted ha experimentado glaucoma de ángulo cerrado en un ojo, existe un alto riesgo de desarrollarlo en el otro ojo. Por ello, en Opeluce realizamos iridotomías profilácticas para reducir este riesgo y brindamos un seguimiento personalizado con tecnología de última generación.
Si presentas síntomas como visión borrosa, dolor ocular intenso o halos alrededor de las luces, no esperes más. Reserva una cita en Opeluce y reciba la mejor atención para proteger su salud visual. ¡Confía en nosotros para cuidar de tus ojos!
Preguntas frecuentes sobre el glaucoma de ángulo cerrado
¿Es el glaucoma de ángulo cerrado una emergencia médica?
Sí, en su forma aguda es una emergencia médica que requiere atención inmediata para evitar daños permanentes al nervio óptico.
¿Se puede prevenir el glaucoma de ángulo cerrado?
En algunos casos, una iridotomía profiláctica puede prevenir la enfermedad en personas con alto riesgo.
¿Qué causa el glaucoma de ángulo cerrado?
Las causas incluyen una anatomía ocular predisponente, cataratas avanzadas, inflamación ocular o medicamentos que dilatan la pupila.
¿Es doloroso el tratamiento del glaucoma de ángulo cerrado?
La mayoría de los procedimientos, como la iridotomía láser, son mínimamente invasivos y bien tolerados con anestesia tópica.
¿El glaucoma de ángulo cerrado puede causar ceguera?
Sí, si no se trata a tiempo, puede causar daño irreversible al nervio óptico y pérdida de la visión.
¿Cuándo debo realizarme un examen para detectar glaucoma?
Si pertenece a un grupo de riesgo, es recomendable hacerse exámenes regulares a partir de los 40 años o según lo indique su oftalmólogo.
¿Dónde puedo tratar el glaucoma de ángulo cerrado en Perú?
En clínicas especializadas como Opeluce, donde cuentan con tecnología avanzada y un equipo experto para diagnosticar y tratar esta enfermedad de manera efectiva.
No dejes que el glaucoma de ángulo cerrado avance
El glaucoma de ángulo cerrado es una condición que no debe tomarse a la ligera. Aunque sus síntomas pueden aparecer de forma repentina, con un tratamiento oportuno es posible evitar complicaciones graves, como la pérdida irreversible de visión. Este tipo de glaucoma requiere un diagnóstico especializado y un manejo adecuado para proteger su salud ocular.
En Opeluce, entendemos la importancia de cuidar sus ojos y prevenir los efectos del glaucoma. Por ello, ponemos a su disposición un equipo de especialistas altamente calificados, junto con tecnología de última generación, para detectar y tratar esta enfermedad de manera eficiente. Nuestros procedimientos, como la iridotomía láser, las evaluaciones avanzadas de presión intraocular y los exámenes de campo visual, están diseñados para brindarle tranquilidad y resultados efectivos.
Si has notado síntomas como dolor ocular intenso, visión borrosa o halos alrededor de las luces, no esperes a que estos empeoren. Incluso si no presentas síntomas pero tienes antecedentes familiares o factores de riesgo, una evaluación temprana puede marcar la diferencia. Reserva tu cita en Opeluce hoy mismo y toma el control de tu salud visual.