Nuestros ojos se componen de muchas estructuras y una de las más importantes es la mácula. La cual se ubica en la zona central de la retina, y es la responsable de que nuestra visión central pueda captar los detalles y el movimiento. Cuando la mácula se ve afectada, se produce una enfermedad ocular conocida como maculopatía.
¿Qué es la maculopatía?
A toda enfermedad que afecta la función de la mácula se le llama maculopatía, y puede causar la pérdida progresiva de la visión central. Por ello, quienes sufren de una maculopatía suelen presentar un deterioro en la realización de cosas tan cotidianas como la distinción de caras, la conducción o la lectura.
Síntomas de la maculopatía
Lo que debes tener en cuenta sobre la maculopatía es que se trata de una enfermedad que afecta la visión central, alterando la percepción de los colores y los detalles. Algunos de los síntomas más comunes son:
- Visión borrosa, que repercute en la realización de tareas cotidianas como leer, conducir o cualquiera relacionada a la visión central.
- Distorsión en la visión de líneas rectas y bordes, provocando que sean percibidas como torcidas u onduladas.
- Manchas oscuras en el campo visual que aparecen diminutas, pero pueden ir aumentando de tamaño progresivamente.
- Limitada visión en espacios con poca iluminación.
Tipos de maculopatía
La maculopatía puede producirse por distintos factores. En esta oportunidad, hablaremos de cada uno de los tipos de maculopatía que existen:
Maculopatía relacionada con la edad
También conocida como degeneración macular, se produce cuando el envejecimiento afecta a la mácula. Por ende, suele ser bastante común en personas de la tercera edad.
La maculopatía relacionada con la edad puede avanzar lentamente en algunas personas, por lo que con un correcto monitoreo se podrá detectar tempranamente; pero también puede producirse de manera intempestiva. Existen dos tipos de maculopatía relacionada con la edad.
Maculopatía seca
Es el tipo de maculopatía relacionada con la edad más recurrente y su causa se encuentra en la proliferación de drusas. Estas son unos depósitos amarillentos que deterioran la anatomía de la mácula volviéndola cada vez más fina.
El periodo de evolución de esta maculopatía comprende tres etapas: temprana, intermedia y avanzada. La afección progresa con el aumento en cantidad y tamaño de drusas en la retina, lo cual provoca un daño cada vez mayor en la visión central.
Maculopatía húmeda o hemorrágica
Se presenta en casos menos frecuentes que la maculopatía seca. Sin embargo, puede desencadenarse como consecuencia de cualquiera de sus etapas. Asimismo, debe tenerse en cuenta que esta afección presenta siempre casos más avanzados de daño visual.
Su origen se encuentra en la aparición de vasos sanguíneos anormales en la mácula, lo que produce edemas, extravasación de líquidos, y en casos más desarrollados, hemorragias.
Maculopatía miópica
La maculopatía miópica es causada por un crecimiento anormal del glóbulo ocular (miopía magna). En algunos casos este alargamiento desproporcionado puede desgarrar la mácula, volviéndose visible en el sangrado bajo la retina. Los pacientes que sufren esta enfermedad poseen una visión borrosa de los objetos lejanos e imprecisa de su campo cercano.
Maculopatía diabética
Es una consecuencia de la enfermedad degenerativa conocida como diabetes mellitus. Esta enfermedad provoca que el organismo humano no pueda controlar las cantidades excesivas de glucemia producidas en la sangre.
En la visión, la abundancia de glucemia causa una afección conocida como retinopatía diabética, condición que puede deteriorar el flujo sanguíneo o engrosar el tejido de la mácula. En algunos casos, incluso llega a evolucionar en un edema macular diabético.
Maculopatía por estrés
El estrés es un poderoso causante de afecciones a la salud. El estrés crónico puede provocar coroidopatía serosa central, enfermedad conocida como la enfermedad del ejecutivo, la cual produce una inflamación benigna de la mácula. Los portadores de esta enfermedad sufren de una visión borrosa, y en algunos casos, pérdidas temporales y repentinas de la visión.
Tratamiento de la maculopatía
No existe como tal un tratamiento general para la maculopatía, por lo que lo más importante es recibir un diagnóstico a tiempo. Si has detectado algunos de los síntomas, lo mejor es que tu retinólogo identifique la causa de la maculopatía e inicie un tratamiento específico.
Durante el proceso del tratamiento también es recomendable el consumo de antioxidantes y zinc. Además, es esencial llevar una dieta acorde a la causa de la maculopatía, con vitaminas y minerales que previenen la hipertensión arterial, diabetes y/o colesterol, según sea el caso.
¿Cómo prevenir la maculopatía?
Lo esencial para la prevención de la maculopatía es llevar una vida saludable. Recuerda que la maculopatía es una afección causada por distintos factores, así que lo genético y ambiental son muy determinantes. Protege siempre tu vista de una exposición dañina al sol, realiza ejercicios, lleva una dieta balanceada y realiza chequeos continuos de tu visión.
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