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Cirugía PRK: ¿en qué consiste y cuándo se utiliza?

Cirugía PRK: ¿en qué consiste y cuándo se utiliza?

Aprende todo sobre la cirugía PRK.

La cirugía PRK (photorefractive keratectomy) es un tipo de cirugía refractiva utilizada para corregir problemas de visión como la miopía, hipermetropía y astigmatismo.

A través de este procedimiento, muchas personas han logrado reducir o incluso eliminar su dependencia de lentes o gafas.

En este artículo, explicaremos a detalle qué es la cirugía PRK, cómo se realiza y qué cuidados deben tenerse en cuenta durante el postoperatorio.

¿Qué es la cirugía PRK?

La cirugía PRK, también conocida como queratectomía refractiva fototerapéutica, es un procedimiento avanzado diseñado para corregir errores de refracción en los ojos, como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.

A diferencia de otras técnicas quirúrgicas, la cirugía PRK no involucra la creación de una solapa corneal. En su lugar, se remueve la capa más externa de la córnea, llamada epitelio, y se utiliza un láser excimer para remodelar la córnea subyacente.

Este método ofrece una alternativa segura y efectiva para aquellos pacientes que no son candidatos para la cirugía LASIK debido a que tienen córneas delgadas o condiciones preexistentes que podrían complicar el procedimiento.

La cirugía PRK ha evolucionado significativamente desde su introducción, ofreciendo una recuperación visual progresiva y resultados a largo plazo que mejoran significativamente la calidad de vida de los pacientes.

Cirugía Lasik vs PRK: conoce sus diferencias

La elección entre cirugía LASIK y cirugía PRK depende de varios factores. A continuación, destacamos algunas diferencias clave entre estos dos procedimientos:

  • Creación de la solapa corneal: la principal diferencia es que la cirugía LASIK involucra la creación de una solapa en la superficie de la córnea y luego un láser remodela la córnea debajo de esta solapa. En cambio, la cirugía PRK no crea solapa alguna; simplemente se remueve la capa exterior de la córnea (el epitelio) y se usa el láser para remodelar directamente la superficie corneal.
  • Recuperación y dolor postoperatorio: la cirugía LASIK generalmente ofrece una recuperación más rápida y menos dolorosa. Los pacientes a menudo experimentan una mejora significativa en la visión casi inmediatamente después del procedimiento. Por otro lado, la recuperación después de una cirugía PRK puede ser más lenta y acompañada de más molestias, ya que la capa superficial de la córnea necesita tiempo para regenerarse.
  • Riesgo de complicaciones: la cirugía PRK es a menudo preferida para pacientes con córneas delgadas o aquellos en riesgo de trauma ocular (como deportistas o militares), porque no hay riesgo de desplazamiento de la solapa corneal, una complicación potencial en la cirugía LASIK.

¿Para qué casos se recomienda la cirugía de ojos PRK?

En particular, la cirugía de ojos PRK se sugiere para pacientes con córneas delgadas que no soportarían la creación de una solapa corneal.

Asimismo, aquellos que sufren de ojos secos crónicos podrían beneficiarse de esta técnica, ya que la cirugía PRK tiende a tener menos impacto en la producción de lágrimas postoperatorias.

Además, individuos con ocupaciones o estilos de vida que implican un alto riesgo de impactos físicos en los ojos —como atletas o personal militar— pueden considerar la cirugía PRK como una opción más segura debido a la ausencia de una solapa corneal, que podría desplazarse o dañarse bajo impacto.

¿Cómo se realiza la cirugía ocular PRK?

En cuanto al procedimiento de la cirugía ocular PRK, este se realiza de manera eficiente y con minimización del dolor gracias al uso de anestesia local.

El proceso comienza con la preparación de la córnea, donde se remueve cuidadosamente el epitelio para exponer la superficie subyacente. Seguidamente, se utiliza un láser excimer de alta precisión para reconfigurar la córnea, corrigiendo así los defectos refractivos como la miopía, hipermetropía o astigmatismo.

Finalmente, se coloca una lente de contacto terapéutica sobre la córnea tratada. Esta lente actúa como un vendaje para proteger el área tratada mientras ocurre la regeneración del epitelio corneal, ayudando a controlar el dolor y facilitando un proceso de curación más cómodo y efectivo.

Postoperatorio de la cirugía PRK

El postoperatorio de la cirugía PRK es un período crucial para asegurar la mejor recuperación visual posible.

Después de la intervención, es normal que los pacientes experimenten cierta sensibilidad a la luz, sensación de cuerpo extraño en el ojo o molestias leves, que generalmente disminuyen con el tiempo.

Durante las primeras 24 a 48 horas, es esencial evitar frotarse los ojos para prevenir lesiones en la córnea en proceso de curación.

También se prescriben medicamentos antiinflamatorios y antibióticos para reducir el riesgo de infección y controlar la inflamación.

Además, las lágrimas artificiales juegan un papel vital en el mantenimiento de la hidratación ocular, lo cual es fundamental para un buen postoperatorio de la cirugía PRK.

Siguiendo las indicaciones del especialista, los pacientes también deben evitar ambientes polvorientos o con humo y usar gafas de sol para proteger los ojos de los rayos UV y reducir la sensibilidad a la luz. Estos cuidados ayudarán a acelerar el proceso de curación y a minimizar el riesgo de complicaciones.

¿Puedo tomar alcohol después de una cirugía PRK?

Es crucial evitar el consumo de alcohol durante las primeras semanas después de la cirugía, ya que puede interferir con el proceso de curación.

Los cuidados postoperatorios incluyen medicamentos para el dolor, lágrimas artificiales y visitas regulares al oftalmólogo.

Ventajas de la cirugía PRK

Entre las numerosas ventajas de la cirugía PRK, podemos mencionar las siguientes:

  • Menor riesgo de complicaciones corneales.
  • Apropiada para córneas delgadas.
  • Seguridad a largo plazo.
  • Menos problemas de ojo seco.
  • Accesible a más pacientes.
  • Resultados positivos y duraderos.

Posibles riesgos de la cirugía PRK

Sin embargo, como con cualquier procedimiento quirúrgico, la cirugía PRK no está exenta de riesgos.

Algunos de los posibles riesgos incluyen infecciones oculares, que aunque son raras, pueden ser serias si no se tratan adecuadamente.

También puede ocurrir visión borrosa temporal mientras la córnea se cura y se estabiliza, lo cual es una etapa normal del proceso de recuperación.

El síndrome de ojo seco también puede manifestarse después de la cirugía, aunque generalmente es temporal y manejable con lágrimas artificiales y otros tratamientos recomendados por el oftalmólogo.

Resultados de la cirugía PRK

En cuanto a los resultados de la cirugía PRK, estos generalmente son muy positivos y la mayoría de los pacientes experimenta una mejora significativa en su capacidad visual.

La visión puede tardar algunas semanas en estabilizarse completamente, pero una vez que lo hace, muchos pacientes reportan estar muy satisfechos con los resultados, disfrutando de una clara visión sin la dependencia de gafas o lentes de contacto.

Los testimonios de la cirugía PRK reflejan estas experiencias, donde muchos pacientes destacan la mejora en su calidad de vida gracias a esta cirugía.

Si estás considerando una cirugía refractiva PRK, es importante discutir todas tus opciones y expectativas con un especialista.

Por ello, no dudes en agendar una Consulta de Oftalmología General en Clínica de Ojos Opeluce para aclarar todas tus dudas y asegurarte de que es el procedimiento adecuado para ti. ¡Te esperamos!

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