A los padres, especialmente a aquellos que son miopes y que usaron anteojos durante su niñez, suele preocuparles las causas de la miopía en niños.
Si este es tu caso, presta atención. En Clínica de Ojos Opeluce, te daremos toda la información que necesitas saber para cuidar la salud visual de tu hijo.
Pero, antes de entrar en detalles y descubrir qué causa la miopía en los niños, exploremos su concepto.
¿Qué es la miopía en niños?
La miopía, comúnmente conocida como visión corta, es el defecto refractivo más frecuente en nuestra población. Consiste en que los objetos lejanos se ven borrosos, mientras que los cercanos se ven con claridad.
Se produce cuando el globo ocular es demasiado largo o cuando la córnea tiene una curvatura excesiva. Esto impide que la luz se enfoque directamente en la retina, provocando una visión distorsionada de los objetos distantes.
Se puede tratar con anteojos o lentes de contacto (y con LASIK y otras cirugías, una vez que tu hijo se convierta en un joven adulto). Asimismo, no es estrictamente hereditario.
La miopía tratada no suele afectar el rendimiento académico de un niño ni lo detiene de ninguna manera.
¿Cuáles son las causas de la miopía en niños?
Aunque no se sabe la causa exacta de por qué algunos niños se vuelven miopes y otros no, parece que la herencia es un factor, pero no el único.
Dicho de otro modo, si ambos padres son cortos de vista, existe un mayor riesgo de que sus hijos también lo sean. Sin embargo, no se puede predecir si una persona se volverá miope con solo estudiar su genealogía.
Algunos investigadores creen que leer de manera excesiva con la vista cansada, sostener un libro o pantalla digital demasiado cerca a los ojos durante periodos prolongados, puede aumentar el riesgo de miopía en los niños.
Hoy en día, los especialistas están investigando nuevos diseños de lentes para ver si pueden desarrollar gafas o lentes de contacto que puedan detener o desacelerar la progresión de miopía en los más pequeños.
En ese sentido, las principales causas de la miopía en niños son:
- Factores genéticos: si ambos padres tienen miopía, es más probable que el niño también la desarrolle. Sí, la miopía es hereditaria.
- Uso excesivo de dispositivos electrónicos y lectura cercana: los niños que pasan mucho tiempo enfocando objetos cercanos pueden tener un mayor riesgo.
- La falta de tiempo al aire libre: la exposición a la luz natural puede ayudar a prevenir o reducir la miopía.
Factores de riesgo
Si bien la miopía podría ser hereditaria, esta también se puede desarrollar, debido a la contaminación en el medio ambiente y al estrés en los ojos. Pasar largas horas leyendo, trabajando en espacios cerrados o frente a una computadora son ejemplos de actividades que estresan el ojo y pueden causar la miopía. Por el contrario, pasar dos horas al día al aire libre evita que esta empeore.
A continuación, te mostramos una lista de factores de riesgo de progresión de la miopía infantil:
- Actividades donde se fuerza la visión de cerca.
- Bajo nivel de actividad física.
- Ver demasiada televisión y juegos de computadora.
- Uso prolongado de dispositivos electrónicos.
- Niveles bajos de iluminación.
- Coeficiente intelectual elevado.
Síntomas de la miopía en niños
¿Cómo saber si tu hijo tiene miopía? Estos son algunos síntomas a tener en cuenta:
- Acerca demasiado los libros o dispositivos al rostro al leer o jugar.
- Parpadea excesivamente.
- Posee dolores de cabeza constantes.
- Presenta cansancio con frecuencia.
- Tiende a fruncir los ojos para enfocar mejor.
Tipos de miopía durante la infancia
Existen diferentes grados y tipos de miopía en niños. A continuación, te presentamos los más comunes:
Miopía Simple
Es la forma más común de miopía infantil. Los niños con miopía simple ven borroso a lo lejos, pero pueden enfocar objetos cercanos con claridad. Usualmente, esta miopía comienza en la primaria y puede seguir avanzando hasta los primeros años de la adolescencia.
Miopía Magna
La miopía magna suele ser detectada en niños que tienen alrededor de 4 años de edad. La afección empieza con valores refractivos elevados que van desde 4 y 7 dioptrías. Un niño con este problema, debe acudir de forma recurrente con un especialista.
Tratamientos para la miopía
Si sospecha que su hijo tiene miopía, es fundamental consultar a un oftalmólogo pediátrico. Asimismo, existen tratamientos efectivos que pueden ayudar a corregir o controlar esta afección:
Anteojos
Los anteojos son el tratamiento más común para la miopía infantil. Estos permiten redirigir la luz directamente sobre la retina, ayudando a mejorar la visión a distancia. Los niños con miopía deben hacerse chequeos regulares, ya que su graduación puede cambiar a medida que crecen.
Lentes de contacto
Para algunos niños, especialmente adolescentes, los lentes de contacto pueden ser una alternativa a los anteojos. Sin embargo, es importante considerar si el niño es lo suficientemente responsable para cuidar y mantener sus lentes de contacto limpios.
¿Cómo reducir el riesgo de que tu niño desarrolle miopía?
Esto puede sonar fácil, pero quizás una de las mejores cosas que puedes decirle a tu hijo para reducir el riesgo de desarrollar miopía es: «¡ve a jugar afuera!».
Un gran número de estudios recientes señalan que pasar más tiempo al aire libre puede ayudar a reducir la progresión de miopía en los niños.
La miopía y la luz natural
¿Por qué es tan importante que los niños pasen tiempo al aire libre? Tiene que ver con la exposición a la luz natural.
La luz artificial siempre será menos brillante que la luz exterior. La luz natural del sol es más brillante que la habitación más iluminada, incluso en los días más nublados.
La luz del sol no solo ayuda a proteger su vista y a prevenir la miopía, pasar tiempo al aire libre implica estar en amplios espacios abiertos. Esto significa que el ojo tiene más espacio para enfocar de lejos.
En pocas palabras, es más beneficioso para la visión que estar en un ambiente cerrado donde se fuerza la vista para enfocarse en distancias más cortas.
Por ello, los niños que corren riesgo de desarrollar miopía deberían intentar pasar 14 horas a la semana (2 horas al día) en el exterior. Y, por supuesto, si pueden pasar más tiempo fuera de lugares cerrados, ¡definitivamente deberían hacerlo!
Ahora que sabes a qué se debe la miopía, ¿crees que tu hijo pueda estar en riesgo de volverse miope?
Para descartar la posibilidad, reserva una cita con el oftalmólogo para que le realicen los exámenes de la vista pertinentes. Tratar la miopía a tiempo es la mejor manera de mantener su vista saludable.
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